viernes, 16 de noviembre de 2007

Flan de coco y leche condensada

Flan de coco y leche condensadaAquellos maravillosos años y el principio de una gran amistad

Coco ua ua

Probadlo. No lo repetiré demasiado para no parecer pesado, pero si os gusta el coco, aunque sólo sea un poco, os encantará. Se parece a otra versión del mismo flan que hacía hace años, ahora con coco rallado. El coco, por su levedad y poca densidad, hace que se formen dos capas: una capa de flan de leche condensada que quedará en la parte superior (o inferior, según se vea) y una más fina capa de bizcocho de coco que contrasta a las perfección con el resto. No words.

Sólo unos minutos esta misma noche y mañana podréis disfrutar de una verdadera sobremesa en familia, justo después de ese plato típico de los sábados y en compañía de los suegros. Este fin me toca “cruz”, la semana que viene “cara”. Espero.

Flan de coco y leche condensada
Coco, coco, ua

He crecido con ese famoso dúo formando parte de la banda sonora de mi primera infancia.

Conozco muy pocos repertorios con menor riqueza musical, además de las letras (¿alguien me podría explicar que significa “coco ua-ua” aparte de ser una onomatopeya?, ni sé escribirlo). El famoso “Amigo Félix” era la primera canción escogida por aquellos que empezaban con algún instrumento musical: ¡dos notas! (mi-sol, mi-sol, mi-sol, mi-sol, mi-sol, miiiii) Ni la segunda o tercera voces de “el canto del cucú” (“En el pinar del bosque…”) tiene menos matices. Pero enganchaban. Eran como “el gordo y el flaco”, “el chico y la niña”.

Parchís y su “Comando G”, son otro grupo que también forma parte de esa banda sonora. Esos trajes con capas, esa coreografía de movimientos laterales juntando las piernas en el centro, el chico que llevaba la voz cantante (¡me parecía tan mayor! Como “Javi y Pancho” de Verano azul, eran mayores; hasta el capítulo en que vimos llorar a Javi, por supuesto),…Todos los grupos de niños de aquella época tenían “el jefe” y el niño “rubio pequeño” que se situaba en el fondo.

Flan de coco y leche condensada
“De todos los blogs, cafés y bares del mundo aparece en el mío”

Aún lo estoy esperando. Quién no tiene, como secreto mejor guardado en un escondrijo de su cerebro a dónde nadie pueda llegar, el recuerdo de “ese” alguien que no ve hace muchos años y desearía saber qué ha sido de él/ella. La mayoría de las veces esos encuentros no suceden nunca, mejor que así sea [*], pero siempre tendremos esa mezcla de curiosidad y melancolía de unos tiempos que no volverán. En mí sigue sin ocurrir, pese a las distancias y los viajes. Para mí sólo es un sueño no hecho realidad, que fluye en los malos momentos, esos en los que te arrepientes de haber cogido el avión y no haberte quedado en Casablanca.

Porque Rick estaba equivocado, siempre te arrepentirías, tanto si has cogido (como yo) o no el avión. Cualquier opción es mala, lo difícil es escoger la menos mala.

Ilsa, no te has equivocado, acabarías tirándole los trastos a la cabeza a Rick, mientras él se dedica al juego, las mujeres y la bebida. Cierto es que Victor Laszlo es un soso, que has acabado con 6 hijos, un monovolumen, cocinando para él y esperándolo pacientemente todos los días a que llegue del trabajo. Perdón, rectifico, sí, te has equivocado, deberías haberte ido con Rick. Aunque tu vida fuese un poco perra, no te aburrirías, estarías con quién realmente amas y cada día sería diferente al anterior. Lo siento, la próxima vez no cojas el avión…


[*] El desengaño podría ser mayúsculo. Pienso en Natalie Wood y ese instante de decepción tras el encuentro final con Warren Beatty en “Esplendor en la hierba”. Durante mucho tiempo usé como seudónimo “Deanie Loomis” o “Wilma Dean Loomis” en homenaje al personaje de Natalie.
Volveré a decirlo, no me cansaré de ello, por si hay algún despistado o rezagado, por si alguien quiere pensar en ello: “Aunque nada pueda hacer volver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues encontraremos fuerza en el recuerdo…”

Flan de coco y leche condensadaIngredientes
  • Con 4 huevos me ha dado para hacer tres “flaneras” pequeñas y un molde de cake mediano.
  • 95 gr. de coco rallado [125 gr., una bolsita], cuanto más cantidad más grande será la capa.
  • 375 ml de leche entera [500 ml]
  • 280 gr. de leche condensada [370 gr.]
  • 3 huevos [4 unidades], separadas las yemas de las claras.
  • Un chorrito de limón para levantar las claras.
Para el caramelo
  • Azúcar
  • Agua, un par de cucharadas
(1) Precalentamos el horno a unos 165º C, cubriendo la/las bandejas con agua, preparándolo así para el baño María. Separamos las yemas de las claras. En un cuenco batimos la leche condensada con la leche y las yemas, batiendo lo justo para que se deshagan las yemas pero intentando que no coja demasiado aire. Añadimos el coco rallado y seguimos batiendo.

(2) Preparamos un caramelo con el azúcar y un poco de agua. Aunque hoy en día hay mucha gente que ya no emplea agua, sobre todo a raíz de cocinas de inducción, yo prefiero añadirle un poco de agua, así es mucho más difícil que se queme. Incluso podemos añadirla después de que el caramelo empiece a endurecerse. También podemos usar caramelo ya preparado.
Antes de que se endurezca cubrimos los moldes por el fondo y por el lateral. Podemos usar varios moldes pequeños o un gran molde grande.

(3) Levantamos las claras a punto de nieve firme con un poquito de limón y añadimos a la mezcla anterior con cuidado. Sin batir demasiado. Vertemos sobre los moldes caramelizados e introducimos al baño María en el horno precalentado a unos 155-170ºC durante unos 40-60 minutos.

El coco subirá a la superficie, formando una capa que quedará en la parte inferior del flan (superior mientras se hornea). Una combinación maravillosa.
Los he puesto inicialmente a 165º C, cuando empezaba a tostarse el coco le he puesto un poco de papel de aluminio y he bajado la temperatura hasta 150º C. Lo habré dejado durante una hora, aproximadamente, apagando el horno y dejándolo unos 15 minutos más.

(4) Retiramos del horno, dejamos enfriar y llevamos al frigorífico, mejor de un día para otro.

No lo dudéis, hacedlo. Sé que no os fallará, es fácil, y que os encantará. Mi catadora oficial le ha dado un sobresaliente (porque no hay MH).

¿Quién diría que lo sencillo y casero no está rico y resulta apetitoso? Éste es un ejemplo.

Buen fin de semana.

Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship…

11 comentarios:

Raquel dijo...

Ya lo tengo. Además de tener seis brazos, dos cabezas, no salir nunca de casa y tener familia numerosa, vendiste tu alma el diablo para tus días tengan treinta y seis horas y además ... tienes la tenia. ¿A que sí?

Yo sí le doy matrícula de honor al flan. Así tienes beca para hacer muchos más :)

Anónimo dijo...

Mmmmmmmm... ¡me encanta el coco! aunque veo que si hago este flan me lo voy a comer solito (¿es eso un problema?). ¿Por qué me rodeo siempre de gente que no le gusta el coco? Debe ser como Madrid, lo amas o lo odias.
Reconozco que nunca fui un admirador de Enrique y Ana ni de Parchís, sin embargo, Verano Azul y su pegajoso silbido me acompañó mucho tiempo. Años más tarde conocí a Miguel Ángel ("Piraña") estudiando en la universidad y tuve la oportunidad de silbar a dúo la exitosa canción. Creo que no le hizo mucha gracia :)
Ahora que me doy cuenta, me ha entrado morriña de series antiguas. Voy a ver si desenpolvo algún viejo VHS...
Buen finde!

Anónimo dijo...

Justo lo que buscaba desde hace días,postres con coco. Adoro el coco, hasta la simulación de su aroma en los perfumes.
Ésta sí la voy a tener que copiar, haré a un lado las normas de urbanidad, jíjí

Sip, hay veces que dejas pasar oportunidades, o nunca las tuviste, con alguien.
Yo sí me arrepiento de alguna, mínimo.

Qué contradictorio es recordar.

Un saludo y más agradecimientos por todo
marcela

Vic dijo...

"Esplendor en la hierba" es la peli que ma´s veces he visto. La vi de pequeña y no entendí ciertas cosas, la vi de jovencita y lloré a moco tendido y la vi de mayor y me sentí identificada con esa mujer que dejaba atrás a su amor para darse una nueva oportunidad.
Menos mal que hiciste en flan para compensar la pena.

Anónimo dijo...

Harry, soy Córdoba,sigo ocupada y no tengo tiempo de entrar solo decirte que me ha encantado tu flan, seguro que esta delicioso y lo hare en esta semana para verificarlo, sobre todo porque tengo una bolsita de coco que no se en que gastarla.
Siempre, locasero y tradicional sera mejor infinitamente a lo industrial, las grasas trans y demás aditivo han creado en mi mente un "prohibido el paso" a la bolleria y reposteria industrial, me limito a comer lo que hacen en mi horno de pan o en mi propia casa.
Viva lo tradicional, casero y apetitoso.
Por cierto solo he leido entre lineas, pero me encanta casablanca.
Un abrazo. Córdoba

Anónimo dijo...

Hola, soy Shinta,
Creo que saldré a comprar una bolsita de coco al CI, donde siempre me lio y compro mas cositas que no se como utilizar luego.

Por las fotos me dejo enrredar de lo bueno que pinta, despues meto la pata en algo. Mañana tengo invitados, creo que me podré arriesgar un poquito.

....A mi me gustaba Pancho, jeje!!!

alter-ego dijo...

Felicidades por el blog. Pasé por casualidad por aquí y me ha encantado.

Las fotos geniales, la manera de introducir la receta, las propias recetas...

Un saludo

Harry Haller dijo...

Hola,
Me había estado de fin de semana y además en casa de la S…

Hace unos años se me presentó, en un momento de desesperación, un tal “Mefis”. Me dijo que quería mi “alma” y, como no tengo nada claro su esencia ni existencia, se la di. A cambio, podría comer todo tipo de postres sin engordar, lo que no sabía es que tenía que correr más dos horas al día y los postres hacerlos yo… cosas que tiene vender el alma… ;-)

Ya tengo mono, y espero que tiempo, de postres más elaborados y ¿raros?. Creo que empezaré el martes. Este flan es toda una sorpresa, su contraste de sabores es una delicia (para mi gusto, claro) y resulta muy fácil…

De verano azul “era de” Chanquete, me recordaba a mi padre, aunque “no era de” mi padre, desde un punto de vista ideológico ni de actitud. Ambos tercos y directos. Pancho era un personaje con el que me identificaba, por aquella época llegaban en verano muchas familias del interior a “mi” pueblo. Eran unos veranos eternos, con tiempo para disfrutar: los amores y amoríos (todos imaginarios), las escapadas campestres, playas, charlas, juegos,…

Esplendor en la hierba. Durante muchos años le había puesto un “pero” a esa película, su director. Era menos tolerante, ideológicamente hablando, y no admitía su actitud en la famosa “caza de brujas”. Ahora mi actitud al respecto ha cambiado, admito y entiendo esas posturas, aunque no las comparta. La película y, sobre todo, lo que cuenta me emociona en cada visión. Yo todavía sigo llorando, hay algo que me identifica con algún protagonista, el problema es que no sé qué personaje soy.

Gracias a todos.

Besos (en la mejilla)

Marisabel dijo...

Pues que me equivoqué.... pero es igual porque estas son las fotos que me han quitado el sentioooooo .
Qué bizcoflan tan rico....

Harry Haller dijo...

Pues qué decir del sabor...

Anónimo dijo...

Me encanta.
Que postes, que recetas...
Acabo de descubrir tu blog y me esta volviendo loca.No puedo dejar de mirarlo, el problema es que estoy trabajando y llevo un buen rato sin hacer otra cosa.
No se a que te dedicas, pero he de reconocer que lo tuyo son los postres

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